¿Será tan incierto el mundo económico como se anuncia?

Ante la consabida coyuntura económica, con una inflación desconocida motivada por la crisis de demanda que arrastramos, ¿cómo se comportará el sector? es toda una incógnita.

Todo apunta a que continuaremos con los mercados duros, más aún en los sectores menos apetitosos al riesgo (madera, reciclaje, químicas, plásticos) las tarifas de las aseguradoras subirán para absorber el impacto de la inflación, sin olvidar las enormes pérdidas que los reaseguradores llevan arrastrando en el primer semestre de entorno a 34.000 millones de dólares por catástrofes naturales.

Menudo panorama más gris que los datos objetivos nos demuestran, ¿verdad?

Sin embargo, francamente opino que, ante esta situación tan pesimista, podemos y debemos de afrontarla como una oportunidad para mejorar.

Queda muchísimo por hacer, al menos en nuestro sector. En las renovaciones próximas del último trimestre, donde recae la mayoría de los vencimientos de las grandes cuentas industriales, deben de aflorarse las medidas de mitigación, de prevención y adaptación fundamentalmente en la colocación de los riesgos sobre los activos y en el ámbito de la ciber seguridad.

De igual manera una adecuada política en el ámbito de la cadena de suministro industrial podrá fortalecer tu exposición al riesgo en responsabilidad civil.

En definitiva, es el momento cambios en la estrategia de seguros. Es el momento de cambio en el patrón de compra de los seguros, revisando las verdaderas necesidades, los límites y sublímites, entre otras variables.

Para concluir, todo apunta a realizar una gestión más profesionalizada, delegando en la toma de decisiones, apalancándonos en la relación cliente proveedor como una verdadera alianza colaborativa, dejando de lado en estos tiempos la maximización de los réditos económicos.

Natxo Vadillo – Compitte –

Foto. Excepcional bastidor del Mercedes SL 300 Alas de Gaviota. Símbolo de la ingeniería más pragmática y eficaz de todos los tiempos.