Natxo Vadillo
Crisis aseguradora en California: el impacto de los incendios en los propietarios de viviendas
- Estrategia
- gerencia de riesgos
Los recientes incendios forestales en Los Ángeles, que se prevé que sean uno de los desastres más costosos de la historia de Estados Unidos, han puesto de manifiesto una crisis latente en el sector asegurador de California, exponiendo a los propietarios de viviendas a riesgos financieros significativos, debido a fallos en la planificación de los seguros y a la falta de previsión en las coberturas.
Los incendios no son un fenómeno nuevo en California, pero su frecuencia e intensidad en los últimos años han alcanzado niveles alarmantes. En ciudades como Los Ángeles, la combinación de una urbanización descontrolada, el cambio climático y la fragilidad del sistema asegurador han creado una tormenta perfecta que está dejando a miles de propietarios de viviendas en una situación de vulnerabilidad extrema.
Los propietarios que perdieron todo en los devastadores fuegos ahora tienen que luchar contra sus compañías de seguros para recuperar el valor de sus pólizas, si tienen la suerte de tener una. Porque, en los últimos años, las compañías de seguros han cancelado cientos de miles de pólizas, alegando los riesgos que suponen estas zonas residenciales que están a punto de estallar con un simple chispazo, lo que ha dejado a los residentes de California en una situación desesperada por encontrar cobertura.
La retirada de las aseguradoras crea un mercado cada vez más inaccesible
El mercado asegurador en California está atravesando una crisis sin precedentes. En los últimos años, grandes compañías como Allstate y State Farm han reducido drásticamente su exposición en el estado, argumentando que los riesgos asociados a los incendios forestales son económicamente insostenibles, lo que ha dejado a miles de propietarios sin la posibilidad de renovar sus pólizas o enfrentándose a primas que se han disparado hasta un 300% en algunos casos.
Según un informe de la Asociación Nacional de Comisionados de Seguros (NAIC), entre 2020 y 2023 se rechazaron más de 2,8 millones de renovaciones de pólizas en todo el estado, afectando de manera desproporcionada a comunidades en áreas de alto riesgo como los suburbios de Los Ángeles. El problema radica en que las aseguradoras, enfrentadas a indemnizaciones multimillonarias, han optado por priorizar su viabilidad económica antes que proporcionar coberturas accesibles.
Además, el aumento en los costes de reaseguro, una herramienta clave para que las aseguradoras gestionen su propio riesgo, ha contribuido al alza en las primas. Según la consultora Swiss Re, el precio de los contratos de reaseguro para desastres naturales ha aumentado un 40% solo en 2023, lo que se traduce en mayores costes que, inevitablemente, se trasladan al consumidor final, dejando a muchos propietarios sin otra opción que recurrir al Plan FAIR, un programa estatal que, si bien ofrece cobertura mínima, tiene primas considerablemente más altas.
El Plan FAIR, el último recurso para los propietarios californianos
El Fair Access to Insurance Requirements Plan (FAIR), o Plan de Requisitos de Acceso Justo al Seguro, es un programa estatal diseñado para proporcionar cobertura básica a los propietarios de viviendas que no pueden obtener seguro en el mercado privado. Ofrece una cobertura limitada y básica que protege contra incendios, vandalismo y otros riesgos específicos; sin embargo, no incluye coberturas esenciales como daños por terremotos, robos o responsabilidad civil, que deben adquirirse por separado. Además, las pólizas del Plan FAIR suelen tener primas significativamente más altas que las ofrecidas por aseguradoras privadas.
Por ejemplo, un estudio del Departamento de Seguros de California reveló que, para una vivienda de 500.000 $ en una zona de alto riesgo, la prima anual del Plan FAIR puede oscilar entre 3.000 $ y 5.000 $, comparado con 1.000 $ o 2.000 $ que se pagaría en una póliza estándar en una zona de menor riesgo. Esta diferencia de costes refleja tanto el riesgo elevado como la ausencia de subsidios directos en el programa.
En los últimos años, la dependencia del Plan FAIR ha crecido de manera exponencial debido a la retirada de las aseguradoras privadas del mercado californiano. Según datos del Departamento de Seguros de California, el número de pólizas activas en el Plan FAIR aumentó un 240% entre 2018 y 2022, y se espera que esta cifra siga creciendo en 2025. Para muchas familias californianas, el Plan FAIR se ha convertido en la única opción, a pesar de su cobertura limitada y sus altos costes, lo que subraya la necesidad de que los propietarios californianos comprendan las limitaciones del programa y busquen alternativas, siempre que estén disponibles.
Subestimar los riesgos es un problema de percepción
Un gran problema que agrava esta crisis es la falta de previsión de muchos propietarios respecto a los riesgos reales de los incendios forestales. Según un estudio de la Universidad de Berkeley en California, el 45% de los propietarios en áreas propensas a desastres naturales tienen pólizas de seguro con coberturas que no alcanzan el valor de reconstrucción de sus viviendas. Este fenómeno se debe a varios factores, incluyendo la falta de asesoramiento adecuado por parte de las aseguradoras y el desconocimiento por parte de los propietarios de los costes reales de reconstrucción en el mercado actual.
Pongamos el caso de un residente de Los Ángeles cuya vivienda fue destruida en el último incendio, que ilustra esta situación. Tras invertir 250.000 $ en reformas, no actualizó su póliza de seguro para reflejar el nuevo valor de su propiedad. Cuando el incendio destruyó su hogar, descubrió que su cobertura solo cubría 500.000 $ de los 800.000 $ necesarios para reconstruir. Historias como esta son cada vez más comunes, especialmente en un contexto donde los costes de construcción en California han aumentado un 30% en la última década, impulsados por la inflación y la escasez de mano de obra.

El infraseguro: la falta de previsión que puede costar todo
Otro de los problemas más comunes, pero menos comprendidos, es el infraseguro, un término que se refiere a la situación en la que el valor asegurado de una propiedad es significativamente menor al coste real necesario para reconstruirla o reemplazar su contenido tras un siniestro. Aunque el infraseguro suele pasarse por alto, sus consecuencias pueden ser devastadoras para los propietarios, especialmente en casos de desastres como los incendios que frecuentemente afectan a Los Ángeles.
La falta de conocimiento sobre cómo funciona el seguro es una de las razones principales por las que muchos propietarios se encuentran en esta situación. Muchas personas asumen que el valor de la cobertura debería basarse en el precio de compra de la vivienda o en su valor de mercado, cuando en realidad debería calcularse sobre el coste de reconstrucción. Este error, aunque común, puede generar una brecha significativa en la cobertura.
Por otro lado, los propietarios a menudo no incluyen en su cálculo el valor de los bienes personales como muebles, electrodomésticos, objetos de valor o sistemas electrónicos, por no hablar de objetos con una alta carga sentimental. Según un estudio del Instituto de Información de Seguros (III), más del 60% de los propietarios subestiman el valor de sus bienes personales, lo que resulta en pólizas de contenido que no cubren el reemplazo total en caso de pérdida. Esto se debe, en parte, a que muchas personas no actualizan sus pólizas después de realizar mejoras en la vivienda o de adquirir nuevos objetos de valor.
Otro factor clave es el coste percibido de las primas, ya que muchos optan por contratar pólizas más económicas con coberturas mínimas y franquicias más pequeñas sin considerar los riesgos reales. Este enfoque «ahorrador» puede parecer beneficioso a corto plazo, pero en situaciones de pérdida total, como un incendio, los propietarios descubren que el ahorro inicial no cubre ni una fracción del coste total de reconstrucción o reemplazo. En palabras de un experto del sector asegurador, “los propietarios buscan ahorrar centavos a corto plazo y terminan perdiendo miles de dólares a largo plazo”.
Una llamada a la educación financiera y la planificación
La falta de inversión en franquicias mayores para reducir el coste de primas más completas refleja un problema cultural en el enfoque hacia el seguro, donde los propietarios se centran en protegerse de daños menores, como una rotura de tuberías o daños superficiales, en lugar de prepararse para desastres de gran magnitud como incendios o terremotos. En este sentido, se paga una prima baja que no cubre adecuadamente el riesgo de pérdida total, lo que resulta en una carga financiera que podría haberse evitado si el propietario hubiera revisado y ajustado regularmente su póliza para reflejar el valor real de su vivienda y su contenido.
El infraseguro no solo pone en riesgo el bienestar financiero de los propietarios, sino que también complica el proceso de recuperación tras un desastre. En muchos casos, las familias se enfrentan a la pérdida de su vivienda junto con una deuda hipotecaria que deben seguir pagando, ya que la póliza contratada no cubre la totalidad del daño.
Invertir en coberturas adecuadas, ajustar las pólizas tras renovaciones o adquisición de bienes y optar por franquicias más altas para reducir el coste de primas completas son pasos esenciales para evitar que el infraseguro se convierta en una crisis personal en caso de desastre. En un estado como California, donde los desastres naturales son una amenaza constante, esta preparación no es opcional: es una necesidad imperativa.
Lecciones para un futuro que puede resultar aterrador
Los incendios forestales de California son un recordatorio contundente de los desafíos que plantea el cambio climático y la falta de planificación en el sector asegurador. Para evitar una crisis aún mayor, es esencial que tanto los propietarios como las aseguradoras y las autoridades trabajen de manera conjunta en soluciones a largo plazo, que incluyan no solo garantizar que las pólizas reflejen los costes reales de reconstrucción, sino también promover una mayor educación sobre los riesgos y las medidas de mitigación.
Es imprescindible que los propietarios de viviendas asuman un papel más activo en la protección de su patrimonio, lo que comienza por comprender que una póliza de seguro básica rara vez será suficiente para cubrir los costos reales de reconstrucción y reposición de bienes en caso de un desastre. En la otra parte, el sector asegurador debe cumplir con su papel fundamental de proporcionar protección adecuada y asequible a los propietarios, priorizando la accesibilidad y la equidad, lo que podría implicar la creación de nuevos productos más flexibles y un compromiso más fuerte con la transparencia y la educación del cliente.
Porque la resiliencia ante desastres no es solo una cuestión de prevención, sino también de adaptación. En un mundo donde los fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes, los propietarios de viviendas en Los Ángeles, en todo California y también en el resto del mundo, deben estar preparados para afrontar esta nueva realidad lo antes posible.